Cuanto el ruido sea más fuerte, mayor será la probabilidad de causar una pérdida auditiva.
En la vida moderna, estamos rodeados de ruidos por todas partes. Nuestros oídos son estructuras delicadas y complejas que se dañan con facilidad. Estamos expuestos al ruido en el trabajo, en la calle, al escuchar música, en los bares, etc.
A continuación se muestra un gráfico que representa los distintos ruidos y el nivel de dB que generan.
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