Todo sobre ponerme a dieta en Primavera

Pormilanto

Todo sobre ponerme a dieta en Primavera

Cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de la primavera, las personas comenzamos a relacionarnos con el cuerpo y empezamos a ver los kilos que sumamos en el invierno.

Entonces aparece el sentimiento drástico de «PONERME A DIETA».

DIETA significa sacar no modificar. Eliminar alimentos, enojarme, no cumplir con el equilibrio que necesitamos nos lleva a enfermar, esta reflexión es para aquellos que necesitan generar un cambio en la forma de alimentarse.

Nadie es una boca que come y una cabeza que piensa, el cambiar la alimentación es un proceso que debe ser tomado con alegría, ya que es una elección de vida para sentirnos mejor.

Cuando quieras cambiar la forma de alimentarte debes recordar que tan importante como el qué comer es el cómo comer. Orden, nunca se puede empezar el día sin comer.

El desayuno:

El DESAYUNO es fundamental, ya que como su nombre lo indica, es romper con el ayuno nocturno.

Además sería bueno comenzar el día tomando un vaso de agua.

Un vaso de AGUA antes de cada comida aporta entre 800cc y 1000 cc por día y así estaríamos cubriendo la mitad de la recomendación.

Desayunar siempre, lo que se come debería ser completo en su composición química. Esto significa que tienen que estar en el alimento ingerido todos los principios nutritivos . No se puede tomar un té o mate y pensar que se está desayunando.

Un ejemplo sería una infusión con leche descremada con poco azúcar o edulcorante, y algún tipo de pan, si es posible con cereal y semillas porque se asimila menos y llenan más (tienen más valor de saciedad)

¿Es importante la COLACION?

Como existen más dietas que personas, lo ideal es que se adapte al ritmo de la persona, si la persona trabaja, o está fuera de su casa y no necesita comer hasta el almuerzo no es necesaria. Si en cambio llega con mucho hambre al almuerzo es un excelente recurso para restarle calorías al almuerzo y poder cumplir con las pautas establecidas.

El almuerzo:

El ALMUERZO, aunque se trabaje, nunca podrá ser algo tan insignificante como un yogur o una fruta, ya que es imposible no devorar la heladera cuando se llega a la noche.

La merienda:

MERENDAR, permite hacer un espacio y por supuesto dividir el apetito para evitar el atracón nocturno.

La cena:

Sería conveniente al llegar a la noche tener organizada la cena, ya que al caer el día uno se relaja y al llegar a casa intenta tener el menor trabajo posible, y menos aún sería el pensar «¿y ahora que comemos?». NO EXISTE EL ME ARREGLO QUE CUALQUIER COSITA.

Para cambiar un mal hábito es necesario la información, la planificación y el estar convencido, osea el ELEGIRLO.

Siempre las emociones acompañan los cambios. Alimentarse bien es posible.

Lic. Myriam Rocotovich

Nutricionista

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